
Misterios Luminosos
El Bautismo Del Señor En El Río Jordán: Juan 1, 19-36
El Milagro En Las Bodas de Caná: Juan 2, 1-11
El Anuncio del Reino de Dios: Lucas 4, 14-22
La Transfiguración del Señor: Marcos 9, 1-10
La Institución de La Eucaristía: Mateo 26, 17-19 y 26-29
Primer Misterio Luminoso
El Bautismo Del Señor En El Río Jordán
Juan 1, 19-36
"Este fue el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron sacerdotes y levitas desde Jerusalén para preguntarle: "¿Quién eres tú?” Juan lo declaró y no ocultó la verdad: "Yo no soy el Mesías.”
Le preguntaron: "¿Quién eres, entonces? ¿Elías?" Contestó: "No lo soy. Le dijeron: "¿Eres el Profeta?" Contestó: “No.” Le preguntaron de nuevo: "¿Quién eres, entonces? Pues tenemos que llevar una respuesta a los que nos han enviado. ¿Qué dices de ti mismo?” Juan contestó: "Yo soy, como dijo el profeta Isaías, la voz que grita en el desierto: 'Enderecen el camino del Señor.”
Los enviados eran del grupo de los fariseos, y le hicieron otra pregunta: "¿Por qué bautizas entonces, si no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?” Les contestó Juan: "Yo bautizo con agua, pero en medio de ustedes hay uno a quien ustedes no conocen, y aunque viene detrás de mí, yo no soy digno de soltarle la correa de su sandalia.
Esto sucedió en Betabará, al otro lado del río Jordán, donde Juan bautizaba.
Al día siguiente Juan vio a Jesús que venía a su encuentro, y exclamó: "Ahí viene el Cordero de Dios, el que carga con el pecado del mundo. De él yo hablaba al decir: "Detrás de mí viene un hombre que ya está delante de mí, porque era antes que yo”. Yo no lo conocía, pero mi bautismo con agua y mi venida misma eran para él, para que se diera a conocer a Israel.”
Y Juan dio este testimonio: "He visto al Espíritu bajar del cielo como una paloma y quedarse sobre él. Yo no lo conocía, pero Aquel que me envió a bautizar con agua, me dijo también: "Verás al Espíritu bajar sobre aquel que ha de bautizar con el Espíritu Santo, y se quedará en él”. Sí, yo lo he visto, y declaro que éste es el Elegido de Dios.”
Al día siguiente, Juan se encontraba de nuevo en el mismo lugar con dos de sus discípulos. Mientras Jesús pasaba, se fijó en él y dijo: "Ese es el Cordero de Dios.”

Segundo Misterio Luminoso
El Milagro En Las Bodas de Caná
Juan 2, 1-11
"Tres días más tarde se celebraba una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí.
También fue invitado Jesús a la boda con sus discípulos. Sucedió que se terminó el vino preparado para la boda, y se quedaron sin vino. Entonces la madre de Jesús le dijo: "No tienen vino.” Jesús le respondió: "Mujer, ¿por qué te metes en mis asuntos? Aún no ha llegado mi hora.”
Pero su madre dijo a los sirvientes: "Hagan lo que él les diga.”
Había allí seis recipientes de piedra, de los que usan los judíos para sus purificaciones, de unos cien litros de capacidad cada uno. Jesús dijo: "Llenen de agua esos recipientes. Y los llenaron hasta el borde. Saquen ahora, les dijo, y llévenle al mayordomo. Y ellos se lo llevaron.
Después de probar el agua convertida en vino, el mayordomo llamó al novio, pues no sabía de dónde provenía, a pesar de que lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua. Y le dijo: "Todo el mundo sirve al principio el vino mejor, y cuando ya todos han bebido bastante, les dan el de menos calidad; pero tú has dejado el mejor vino para el final.
Esta señal milagrosa fue la primera, y Jesús la hizo en Caná de Galilea. Así manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en él."

Tercer Misterio Luminoso
El Anuncio Del Reino De Dios
Lucas 4, 14-22
"Jesús volvió a Galilea con el poder del Espíritu, y su fama corrió por toda aquella región.
Enseñaba en las sinagogas de los judíos y todos lo alababan.
Llegó a Nazaret, donde se había criado, y el sábado fue a la sinagoga, como era su costumbre. Se puso de pie para hacer la lectura, y le pasaron el libro del profeta Isaías. Jesús desenrolló el libro y encontró el pasaje donde estaba escrito: “El Espíritu del Señor está sobre mí. El me ha ungido para llevar buenas nuevas a los pobres, para anunciar la libertad a los cautivos y a los ciegos que pronto van a ver, para despedir libres a los oprimidos y proclamar el año de gracia del Señor.”
Jesús entonces enrolló el libro, lo devolvió al ayudante y se sentó, mientras todos los presentes tenían los ojos fijos en él. Y empezó a decirles: "Hoy les llegan noticias de cómo se cumplen estas palabras proféticas.” Todos lo aprobaban y se quedaban maravillados, mientras esta proclamación de la gracia de Dios salía de sus labios. Y decían: '¡Pensar que es el hijo de José!”.

Cuarto Misterio Luminoso
La Transfiguración Del Señor
Marcos 9, 1-10
"Jesús les dijo: "En verdad se lo digo: algunos de los que están aquí presentes no conocerán la muerte sin que ya hayan visto el Reino de Dios viniendo con poder.”
Seis días después, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a Juan y los llevó a ellos solos a un monte alto. A la vista de ellos su aspecto cambió completamente. Incluso sus ropas se volvieron resplandecientes, tan blancas como nadie en el mundo sería capaz de blanquearlas. Y se les aparecieron Elías y Moisés, que conversaban con Jesús.
Pedro tomó la palabra y dijo a Jesús: "Maestro, ¡qué bueno es que estemos aquí! Levantemos tres chozas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.” En realidad no sabía lo que decía, porque estaban aterrados. En eso se formó una nube que los cubrió con su sombra, y desde la nube llegaron estas palabras: "Este es mi Hijo, el Amado, escúchenlo.” Y de pronto, mirando a su alrededor, no vieron ya a nadie; sólo Jesús estaba con ellos.
Cuando bajaban del cerro, les ordenó que no dijeran a nadie lo que habían visto, hasta que el Hijo del Hombre resucitara de entre los muertos. Ellos guardaron el secreto, aunque se preguntaban unos a otros qué querría decir eso de "resucitar de entre los muertos".

Quinto Misterio Luminoso
La Institución De La Eucaristía
Mateo 26, 17-19 y 26-29
Mateo 26, 17-19
"El primer día de la Fiesta en que se comía el pan sin levadura, los discípulos se acercaron a Jesús y le dijeron: “¿Dónde quieres que preparemos la comida de la Pascua?” Jesús contestó: “Vayan a la ciudad, a casa de tal hombre, y díganle: El Maestro te manda decir: Mi hora se acerca y quiero celebrar la Pascua con mis discípulos en tu casa.”
Los discípulos hicieron tal como Jesús les había ordenado y prepararon la Pascua. Llegada la tarde, Jesús se sentó a la mesa con los Doce."
Mateo 26, 26-29
"Mientras comían, Jesús tomó pan, pronunció la bendición, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: "Tomen y coman; esto es mi cuerpo.”
Después tomó una copa, dio gracias y se la pasó diciendo: "Beban todos de ella: esto es mi sangre, la sangre de la Alianza, que es derramada por una muchedumbre, para el perdón de sus pecados. Y les digo que desde ahora no volveré a beber del zumo de cepas, hasta el día en que lo beba nuevo con ustedes en el Reino de mi Padre.”

